Por Florentino Durán
EL SEYBO-Las lluvias que se han sentido en los últimos días en varias provincias de la región Este, provocan inconvenientes en el tránsito hacia algunas comunidades de esta provincia pero todavía no ha afectado la agricultura, por el contrario ha paliado la sequía que había en la zona.
Los aguaceros de esta temporada también han implicado mayores riesgos para los conductores de vehículos ante la crecida de ríos y arroyos, aunque afortunadamente no se han reportado víctimas en este temporal.
Los niveles de lluvias han coincidido ésta vez con los pronósticos de la Oficina Nacional de Meteorología, mientras se mantenían en alerta los miembros del Comité de Operaciones de Emergencia sobre la alerta amarilla a varias provincias de esta zona.
La comunidad de El Cuey distante a 13 kilómetros de El Seibo quedó abnegada por varias horas debido al desborde del badén sobre el arroyo Los Pegueros ubicado en el kilómetro ocho de la carretera que une El Seibo con Higüey.
En tanto que otras comunidades ha aumentando el caudal de ríos y arroyos con cierta intensidad lo que ha sido motivo de alegría para los agricultores de la zona, debido a lo que implica en este período en que los animales se aprovechan del pasto.
Las lluvias además de El Seibo e Higüey, también se han sentido en La Romana mientras se mantiene la alerta amarilla en las provincias de Hato Mayor, El Seibo, San Pedro de Macorís.
Aunque las medidas preventiva son medidas, en algunos lugares, la situación se ha normalizado en la medida en que transcurren las horas y disminuyen los caudales ante las inundaciones.
Uno de los tramos de mayor peligro está en la Autovía del Este donde se han producido algunos deslizamiento de vehículos que en ocasiones anteriores han dejado víctimas.
Las carreteras El Seibo-Hato Mayor ha visto aumentar su flujo de vehículo, lo cual coincide con el inicio de las fiestas patronales de El Seibo, que atrae público.
También algunos postes derivados en un tramo de la Autovía del Este desde la cementera hacia la salida de San Pedro de Macorís.
La vaguada coincide con los pronósticos de lluvias a principio de mayo, lo que ha provocado que las aguas se sientan en varias comunidades rurales de la región, lo que a su vez ha traído alegría a los agricultores por los efectos en la siembra de frutos menores.
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